Hoy vamos a revisar ciertos datos en lenguaje sencillo y preciso.
Más de 30 millones de personas en
el mundo sufren la enfermedad de Alzheimer, una dolencia que deteriora el
cerebro y causa pérdida progresiva de memoria y de lenguaje, deficiencias
cognitivas y otros efectos devastadores tanto para las personas que lo padecen
como para sus familias.
A continuación algunos datos de
una entrevista al neurólogo colombiano Gustavo Román, quien ahora dirige el
nuevo Centro de Alzheimer y Demencia en el Instituto Neurológico del Hospital
Metodista en Houston, Texas.
Antiguamente se pensaba que el Alzheimer se
debía únicamente a la acumulación de una proteína normal que se llama Beta-amiloide,
sin embargo, los tratamientos que la eliminan, incluyendo una vacuna, acaban
la sustancia en el cerebro, pero no mejoran las condiciones cognitivas,
entonces falta algo.
La segunda proteína se llama la
Tau, no se ha estudiado tanto, puede ser importante.
El tercer factor es el
papel que juegan las lesiones de la circulación cerebral que tienen una
importancia muy grande, sobre todo porque para eso si hay tratamientos. Así pueden tratar la hipertensión, la diabetes y los valores alterados del colesterol, para ayudar a mejorar la condición cognitiva de
los pacientes.
Pero, ¿cómo se relacionan estas dolencias con el Alzheimer ?
El cerebro requiere para su funcionamiento
normal, volúmenes enormes de sangre que transportan la glucosa y el oxígeno.
De hecho, un 25 % de la sangre
bombeada con cada latido cardíaco se destina al cerebro.
Las lesiones del sistema
circulatorio como resultado del cigarrillo, la hipertensión arterial, la arterioesclerosis,
la diabetes, la obesidad, la obesidad con ronquidos y la apnea del sueño tienen
como denominador común la disminución se sangre al cerebro. Sobre este terreno de baja perfusión,
llamado agobio vascular cerebral. Se implantan más fácilmente las demencias del
anciano.
El Dr. Román se refirió también a
la apnea del sueño (que ocurre en
personas con sobrepeso, que roncan y hacen largos silencios durante los cuales
no respiran) se asocia frecuentemente al desarrollo del Alzhéimer.
La razón es que la apnea causa
hipertensión y baja la concentración de oxígeno, lo que se convierte en una
carga importante del agobio vascular cerebral.
Además, el sueño normal es fundamental para la memoria, la inteligencia y la atención. La falta crónica de sueño es una causa frecuente de accidentes de tránsito. El trasnochado vive cansado y deprimido
Recientemente se ha demostrado
que durante el sueño profundo aumenta en un 60% el volumen de líquido cerebral,
lo cual representa un verdadero “lavado con chorro de agua” de todos los
desechos del metabolismo cerebral, incluyendo el beta-amiloide. Si no hay sueño normal, no hay forma de
remover los desechos.-