Leí hace poco uno de los libros del escritor y neuropsiquiatra Richard Restak, "The Brain has a Mind of its Own".
Me pareció tan interesante, que extraje algunas ideas:
Los últimos 40 años han sido testigos de dramáticos avances en la relación mente-cerebro. Cada vez más se comprueba que la conducta debe entenderse en gran parte en su relación con el cerebro y sus funciones.
El cerebro humano es un órgano extremadamente dinámico, en permanente relación con el ambiente, por un lado y con los hechos psíquicos por el otro y los actos del propio sujeto por el otro.
Las influencias ambientales sobre la estructura y funcionamiento del cerebro toman un significado especial cuando sabemos que nuestro ambiente no sólo es externo sino interno. La mente afecta al cerebro y el cerebro afecta la mente.
Además se ha demostrado la relación entre la corteza cerebral y el sistema límbico (del Latin: limbus que significa borde) . Dicho sistema incluye entre otros, la amígdala, el hipocampo, e interactúan con el tálamo y el hipotálamo. Debido a este sistema, algunos de los muchos estímulo que nos bombardean cada segundo tiene una connotación emocional positiva o negativa.
Cada persona vive su propia realidad. Cada palabra tiene diferentes asociaciones, por lo que cada persona reacciona de manera diferente ante una misma palabra. Por mucho tiempo, el cerebro humano estaba incluido entre aquellas cosas que poco cambiaban a lo largo de la vida del individuo. Pero esto empezó a cambiar al saber que las células cerebrales mueren en una proporción que varía de 50.000 y 100.000 al día...y perdemos 10.000 sinapsis diariamente.Y que existen miles de millones de neuronas que se conectan entre sí por impulsos eléctricos
Se ha dado en llamar NEUROPLASTICIDAD a la capacidad que tiene el cerebro para formar nuevas neuronas y sinapsis, a lo largo de toda la vida. Es la idea de que el ejercicio mental puede modificar favorablemente el cerebro, tanto como lo hace el ejercicio físico con las proporciones del cuerpo.
La actividad puede moldear la mente y desempeña un papel esencial en el bienestar cognitivo en las etapas avanzadas de la vida.
Además, sus efectos son específicos: dependiendo de la naturaleza de la actividad mental, las neuronas se multiplican con especial intensidad en distintas zonas.
Otra idea que se ha derrotado es que ciertas zonas del cerebro dirigen las funciones. El cerebro humano siempre trabaja como una unidad.
Los dos hemisferios se comunican de manera que las cientos de billones de células cerebrales se pueden conectar, creando un potencial para que cualquier célula pueda influir a distancia sobre cualquier número de conexiones.-
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