Hola amigos,
Mi padre, Isaac Bendayán Levy, hubiera cumplido años, mañana 16 de diciembre. Era un hombre muy peculiar por lo que sus hijos, sobrinos y nietos recordamos muchas anécdotas de él. También, le encantaba resumir la vida con dichos y refranes.
Aquí les cuento algunas de ellas:
1. Papá era abogado y adoraba su profesión. En una ocasión, lo llamó a la casa (por ser el fin de semana), una de sus clientes y le dijo que su esposo acababa de morir y quería saber que debía hacer. La primera reacción de mi padre fue decirle. "No hay nada que hacer, hay que enterrarlo".
2. Eramos miembros de un club privado en Caracas y otro en la playa...pero si quería conocer otro, se presentaba en la portería, y les decía: "Yo soy Isaac Bendayán Levy, abogado de la República": Eso parecía muy importante al que lo oía, y lo dejaban pasar a todas partes.
3. Era bastante desorientado al manejar. Así que si ibamos algún lugar que no era rutinario, él igual se encaminaba para allá. Cuando después de dar varias vueltas, mamá le preguntaba: "Isaquito hacia donde vas?. El muy tranquilo contestaba, no sé, yo estoy siguiendo a ese carro que va delante".
4. Ibamos con frecuencia de viaje a New York y frecuentabamos el subway. Cuando bajabamos las escaleras, en el primer tren que parara , allí nos montabamos, por supuesto a menudo, no era el que debíamos tomar.
5. Le gustaban las frases llamativas, como: "Vamos a intentarlo, y a lo mejor prendemos un fósforo bajo el agua" o "vamos a ver, dijo un ciego".
6. También le encantaban los juegos de palabras. Así que no podía decir "sangre" sino "Sangregorio"....o resignación" sino "resina".
7. A la pregunta: ¿Papá a donde van?...la respuesta: "Vamos pa´ viejos" .
8. O con los sinónimos, contaba: "Entonces el señor, poniéndole a la dama, la mano en la rodilla, le dijo, aprovecho esta coyuntura para decirte que te amo".
9. Cada vez que pasabamos por un tunel debíamos saludar al guardia en la puerta, y desde que avistabamos el tunel, decíamos con él: "tuuuuuuuuuunel a la viiiiiiista ".
10. La gran mayoría de las veces que salíamos de Caracas, lo hacíamos con los queridos tíos Oscar y Esther Bustamante y nuestros primos, sus hijos...así que eso era motivo para hacer carreras para ver quien llegaba primero.-
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Bellísimo recuerdo. En verdad cada una de ellos dejaba sus huellas. Y tío Isaaquito era en verdad muy especial. Su sonrisa es inolvidable, su sentido del humor, su meticulosidad, su parsimonia, sus decires, su afecto. Qué bueno que traes esto para compartirlo. Me gustaría tanto si tuvieras más fotos de él. Si las tienes súbelas, aquí o en la página de los Bendayán. Me encantaría tener más de él. Jamás olvidaré que cuando mi madre y mi padre ambos enfermaron de hospital cuando estaban en Los Angeles, y nos tuvieron que dejar a Alberto y a mi en un internado, tío Isaaquito fue hasta allá a auxiliarnos y a ver por nosotros. Un hermano de corazón. Se les quiere. Un abrazo extensivo a todos.
ResponderBorrarQuerida prima Merylú, como siempre tus palabras hermosas, apropiadas y elogiosas...es cierto esos Bendayán Levy eran unos personajes peculiares, unos más que otros. Uno sentía afinidad con algunos más que con otros, pero los queríamos igual.
ResponderBorrarNo sabía de esa anécdota tan bella. se la contaré a mis hijos y nietos. Un abrazo también extensivo a todos ustedes