Hola amigos, Hoy les voy a hablar de algo que muchas veces olvidamos.
El psicólogo suizo Jean Piaget (1896-!980) demostró que el aprendizaje se produce de una manera organizada y estructurada, es decir, un niño no puede dominar una idea nueva, sin haber alcanzado una determinada fase en su desarrollo mental.
En el niño pequeño, las EMOCIONES son breves, intensas y transitorias.
Con la MADURACIÖN, aprende a diferenciar sus REACCIONES EMOCIONALES y obtiene una MEMORIA expandida de caras, lugares y como actuar, para lograr lo que quiere.
El mundo del niño o la niña se amplía, cuando APRENDE a caminar y esto alimenta en él, la necesidad de HABLAR para poder comunicar sus DESCUBRIMIENTOS.
Aunque los bebés, se diferencian por su emocionalidad, puede decirse que aproximadamente, entre las 6 semanas y los 7 meses de vida, el niño tendrá sus primeras experiencias sociales.
Hasta ese momento, sonríe a cualquiera. Después mostrará temor a los extraños. Esas relaciones sociales impulsarán su APRENDIZAJE, de manera más poderosa, que cualquier otra cosa en el mundo.
Y así, el período crítico, para la FORMACIÖN de los VÏNCULOS EMOCIONALES, es el comprendido entre los / meses y los 3 años de edad.
Desde el comienzo de la vida, el niño mira la cara del que lo cuida, como una CARA FAMILIAR, que le responde a su mirada, lo que hace que se sienta seguro y se consuele.
Esa sintonía biológica y psicológica ayuda al niño a aprender a tranquilizarse por sí mismo, y así la INFANCIA se convierte en una OPORTUNIDAD CRUCIAL, para modelar las tendencias emocionales de toda una vida.
Ya a los 4 meses, mira a sus padres, con tanto interés, que logra que le respondan. Y se ha podido comprobar, que entre los 6 y 9 meses, los bebés pueden reconocer 6 EMOCIONES DIFERENTES en la cara de sus cuidadores: ALEGRÏA, TRISTEZA, RABIA, TEMOR, SORPRESA e INTERES.-
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