Hola amigos,
Hoy les voy a escribir, sobre algo, que me ocurre desde pequeña.
Un desmayo, también conocido como síncope, es un episodio en
el que perdemos temporalmente la conciencia. Esto significa
que nos quedamos «fuera de juego» por un corto período, que generalmente dura
de 20 a 40 segundos. Es una experiencia bastante común, y su causa exacta había
sido un enigma para los científicos durante mucho tiempo.
Los científicos sabían que el desmayo estaba relacionado con una reducción del flujo sanguíneo en el cerebro, pero no comprendían completamente cómo y por qué ocurría. Lo que hacía que esta investigación fuera complicada es que generalmente se estudiaban por separado el corazón y el cerebro.
Hasta
ahora.
Recientemente, un equipo de investigadores publicó un estudio en la revista científica Nature que reveló una vía neuronal previamente desconocida relacionada con los desmayos. Esta vía involucra a un grupo de neuronas sensoriales llamadas VSN NPY2R que conectan el corazón con el tronco del encéfalo. Cuando se activan estas neuronas, se desencadena el desmayo.
Las neuronas VSN NPY2R son diferentes de otras
ramas del nervio vago, que
es una parte del sistema nervioso que
conecta el cerebro con
varios órganos, incluido el corazón. Estas neuronas se conectan a los músculos
del corazón, específicamente a los ventrículos, y
se comunican con una región del tronco del encéfalo llamada área postrema.
Cuando
estas neuronas se
activan, ocurren una serie de eventos en el cuerpo. Se produce una rápida
dilatación de la pupila y se observa un movimiento característico de los ojos,
que son síntomas típicos de un desmayo. En
esencia, estas neuronas «apagan» el corazón, reduciendo el flujo sanguíneo
al cerebro, lo
que resulta en la pérdida momentánea de conciencia.
Este descubrimiento arroja luz
sobre un enigma que ha desconcertado a los científicos durante mucho tiempo.
Comprender cómo estas neuronas manipulan el flujo sanguíneo y causan desmayos
podría inspirar nuevos enfoques de tratamiento para las causas cardíacas
del síncope.
Y pueden inspirar desarrollo de tratamientos más efectivos para las
personas que experimentan desmayos recurrentes.-
El tratamiento del síncope vasovagal se centra en evitar los desencadenantes conocidos y en tomar medidas para prevenir los episodios de síncope. Estas medidas pueden incluir mantenerse bien hidratado, cambiar de posición lentamente, especialmente al pasar de estar acostado o sentado a estar de pie, y utilizar técnicas de contrapresión, como cruzar las piernas o apretar los músculos abdominales cuando se sienten los síntomas premonitorios de un desmayo. En algunos casos, pueden ser útiles los medicamentos como los betabloqueantes, los agonistas de la fludrocortisona y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.
El síncope
vasovagal puede ser una experiencia alarmante tanto para el individuo que lo
experimenta como para aquellos que lo presencian. Sin embargo, en general, el
síncope vasovagal es una condición benigna que no indica una enfermedad
cardíaca o neurológica grave. Sin embargo, puede ser un riesgo significativo
para las lesiones debido a las caídas, especialmente para los ancianos o
aquellos con enfermedades concomitantes. En estos casos, puede ser necesario un
enfoque más agresivo para la prevención de los episodios de síncope.-
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